“Quien
no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar
por sí mismo”.
Fidel
Castro Ruz
En
medio del más grato ambiente de hermandad, compañerismo y solidaridad; los días
18 y 19 de marzo del presente año, en el Resguardo Indígena Palma Alta, en el
municipio de Natagaima-Tolima, atendiendo el llamado y acompañamiento de la Corporación
Semilla y Memoria se llevó a cabo la II Asamblea Regional de Familiares de
Prisioneros Políticos-AFPP- de la Región Centro del país.
El
encuentro tenía como ejes centrales: 1- Reunirnos en un mismo escenario
familiares de prisioneros políticos recluidos en las cárceles y penitenciarias
ubicadas en los departamentos de Huila, Tolima y Quindío. 2- Analizar los
alcances del punto 5 de los acuerdos suscritos entre el Gobierno nacional y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, más
concretamente lo concerniente a Justicia Especial para la Paz (Ley 1820 del 30
de diciembre de 2016 y su decreto reglamentario 277 del 18 de febrero de 2017)
y por supuesto lo relacionado a víctimas 3- Conformación de la Asociación de
Familiares de Prisioneros Políticos de estos tres departamentos. 4- Compartir
experiencias entre los familiares y vivencia de estos con la comunidad nativa
que generosamente nos ofreció su protección y cobijo.
El
evento contó con la presencia de por lo menos 130 familiares de Prisioneras y
Prisioneros Políticos, unos cuantos ex prisioneros y ex prisioneras y un número
considerable de naturales. Sus deliberaciones transcurrieron en un ambiente de
fraterna discusión, respeto y esperanza. No faltaron las desgarradoras historias
de dolor contadas de viva voz por quienes han sufrido en la carne y el espíritu
la persecución, la estigmatización, el destierro, los asesinatos, las
desapariciones, el desplazamiento, el señalamiento y la re victimización por
parte de los grandes medios de comunicación y de una sociedad indolente.
Sorprende que a pesar del acuerdo
logrado entre el Gobierno y las FARC-EP, las causas que generaron el conflicto
armado en Colombia siguen intactas; la desigualdad social, el abandono en el campo, la persecución y el
exterminio contra dirigentes sociales continúan. Causa gran preocupación el
fortalecimiento del fenómeno del paramilitarismo en las regiones que
abandonaron las FARC, esto le
coloca grandes retos a la
implementación así como a su vez, nos
hace pensar en que estamos frente a un
nuevo ciclo del conflicto pero no frente a una paz estable y duradera.
Como víctimas, demandaremos del Estado
Colombiano reconocimiento, ya que no existen víctimas de segundo grado, como
algunos sectores del establecimiento estiman, al afirmar que los únicos
responsables del conflicto somos quienes de una u otra forma hemos luchado y
enfrentado las políticas del Estado; intentando soslayar la responsabilidad de
este y sus agentes como principales victimarios en esta guerra.
Llamamos la atención de la
comunidad internacional, de los organismos de control del Estado, de las
organizaciones de DD.HH tanto nacionales como internacionales, de las
comisiones creadas gracias al acuerdo de PAZ: Comisión de Seguimiento, Impulso
y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI) y a la Comisión Nacional de Reincorporación
(CNR); a fin de que se apersonen e intervengan en la de búsqueda de salidas
ciertas de solución a la grave situación de Derechos Humanos al interior de las
cárceles y a los abusos que contra los Prisioneros Políticos y sus familiares
adelantan algunos funcionarios y custodios del INPEC, quienes siguen
considerándolos como enemigos, pese a que ya se implementa el acuerdo de paz
suscrito por el gobierno nacional, que por tanto los obliga a cumplir. De igual
manera denunciamos la operación tortuga que vienen adelantando los Jueces de
Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad para el otorgamiento de la libertad
vía amnistía y condicionales a que tienen derechos los prisioneros
pertenecientes, colaboradores o sindicados de pertenecer a las FARC-EP.
Los
familiares de los Prisioneros Políticos, nos reclamamos sujetos de derechos
que, inspirados por la verdad de los acontecimientos del conflicto, nos
disponemos a perdonar y a sanar sin perder jamás la digna memoria que nos ha
permitido continuar con la cabeza en alto aún en medio de los más duros
aprietos.
La
cárcel como mecanismo de resocialización no cumple su finalidad porque agrava
las condiciones de salud de los reclusos, permite el tráfico de influencias, es
escuela de corrupción, de odio y maltrato a la dignidad humana. Es increíble
que la medida para resolver los problemas sociales y el hacinamiento carcelario
sea crear más cárceles. Nos oponemos a eso.
Como
garantía de cumplimiento de lo acordado en el punto de víctimas del acuerdo
final, hemos decidido conformar la Asociación de Familiares de Prisioneros
Políticos del Gran Tolima, organización que será parte activa de la Coalición
por el trato digno de las y los prisioneros políticos – LARGA VIDA A LAS
MARIPOSAS. Continuaremos velando por el
respeto a los DDHH, restablecimiento de derechos y pronta libertad de los
prisioneros políticos. De igual manera nuestro trabajo seguirá orientado bajo
los principios de solidaridad, autonomía, transparencia y participación, para
superar la condición ignominiosa a la que, nos ha llevado el Estado con la
excusa de la guerra. Nuestro compromiso va más allá de la libertad de los
prisioneros políticos por ello invitamos a los familiares de los demás
prisioneros a organizarse y a través del Movimiento Nacional Carcelario
desarrollar las acciones pertinentes por la dignificación y el respeto de los
DD.HH, de los presos en general.
¡¡¡ NO ESTAMOS TODOS, FALTAN LOS
PRISIONEROS POLÍTICOS!!!
Natagaima-Tolima, marzo de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario