Somos la Corporación “Semilla y Memoria” cuyo objeto social principal es: adelantar procesos tendientes a la promoción, prevención, protección y defensa de los DD.HH. y derechos de las personas privadas de la libertad, mediante la realización de acciones legales, de formación y organización académicas y culturales a nivel local, nacional e internacional.

PASACALLE

PASACALLE

miércoles, 8 de marzo de 2017

Del “Pan y Rosas” a las Reivindicaiones que unifican a la Humanidad



El 8 de Marzo fue proclamado como Día Internacional de la Mujer en 1910 por la II Conferencia Internacional de las Mujeres Socialistas, desarrollado en Copenhague (Dinamarca), con el objetivo de promover la igualdad de derechos, y rememorar a todas las luchadoras que ofrendaron su vida en favor de las reivindicaciones laborales y sociales que les han sido negadas a las mujeres en razón a su género.

A pesar del “avance” de la sociedad, en el que la democracia burgués ha hecho algunas concesiones, a la mujer se le continúa discriminando. Siguen existiendo para ellas condiciones indignas en todos los aspectos de la vida, y peor aún, continúan siendo víctimas de un feroz aniquilamiento ante cualquier brote de liderazgo en defensa de la igualdad entre los seres humanos. No basta pues, con tramitar una “Ley de Cuotas”, o saludar falsamente el desempeño de las mujeres en la vida política y económica de un país; se requiere que asimilemos la necesidad de reconocer sus derechos como seres humanos, y que en esa perspectiva dejen de ser pisoteadas o eliminadas por tratar de establecer una dinámica diferente ante la injusticia mundial impuesta por los sistemas egoístas, basados en competencia arrogante y traidora.

Es hora de dejar la pasividad ante la victimización de aquellas que asumen los liderazgos en favor de los desposeídos. Es deber de todos exhortar la labor de las luchadoras, que como María Cano, Norma Galeano, Mariana Páez y un sin número de Heroínas han dedicado sus días a trabajar por la conquistas de los derechos más elementales para dignificar la vida del ser humano, y repeler así mismo cualquier manifestación de violencia o exclusión de las que puedan ser víctimas.

En esa lógica, la Corporación Semilla y Memoria saluda a cada una de esas mujeres que enfrentan el sistema con pulcritud y dignidad, desde la labor diaria ambulante para conseguir su pan, desde la oficina en la que son vistas con morbo y obligadas a largas jornadas con salarios miserables, desde las cárceles en las que se pudren por reclamar un mundo mejor, desde los suburbios en los que se ven obligadas a desgastarse para mantener el hogar, desde la más desconocida labor, relegadas por ser mujer. Resaltamos nuestra más sincera demostración de respeto y admiración, y solidaridad en su continua lucha por alcanzar la libertad e igualdad entre los humanos. 


¡ARRIBA LAS QUE LUCHAN!